lunes, 16 de mayo de 2011

El inicio del sida y su fiel luchador: Keith Haring

La era del sida comenzó a principios de los años 80, cuando un médico localizó a varios pacientes tanto la neumonía por Pneumocystis carinii como el sarcoma de Kaposi, la aparición conjunta de ambos en varios pacientes les llamó la atención. La mayoría de estos pacientes eran hombres homosexuales sexualmente activos.

Por la aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo del infectado, la prensa comenzó a llamar al sida, la «peste rosa», causando una confusión, atribuyéndola a los homosexuales, aunque pronto se hizo notar que también la padecían los inmigrantes haitianos en Estados Unidos, los usuarios de drogas inyectables y los receptores de transfusiones sanguíneas, lo que llevó a hablar de un club de las cuatro haches que incluía a todos estos grupos considerados de riesgo para adquirir la enfermedad. En 1982, la nueva enfermedad fue bautizada oficialmente con el nombre de Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS), nombre que sustituyó a otros propuestos como Gay-related immune deficiency (GRID).

En esos tiempos las víctimas del sida eran aisladas por la comunidad, los amigos e incluso la familia. Los niños que tenían sida no eran aceptados por las escuelas debido a las protestas de los padres de otros niños; éste fue el caso del joven estadounidense Ryan White. La gente temía acercarse a los infectados ya que pensaban que el VIH podía contagiarse por un contacto casual como dar la mano, abrazar, besar o compartir utensilios con un infectado.
En un principio la comunidad homosexual fue culpada de la aparición y posterior expansión del sida en Occidente. Incluso algunos grupos religiosos llegaron a decir que el sida era un castigo de Dios a los homosexuales (esta creencia aún es popular entre ciertas minorías de creyentes cristianos y musulmanes). Otros señalan que el estilo de vida «depravado» de los homosexuales era responsable de la enfermedad. Aunque en un principio el sida se expandió más de prisa a través de las comunidades homosexuales, y que la mayoría de los que padecían la enfermedad en Occidente eran homosexuales, esto se debía, en parte, a que en esos tiempos no era común el uso del preservativo entre homosexuales, por considerarse que éste era sólo un método anticonceptivo. Por otro lado, la difusión del mismo en África fue principalmente por vía heterosexual.

KEITH HARING



Ante esta situación, entre varios artistas, destacó KEITH HARING, que defendería la lucha y la dignidad de los homosexuales. Haring también haría un discurso político y social tanto de género como de otra tipología de problemasa nivel internacional.

Su obra la centra en figuras humanas, las cuales no poseen un género definido y están en constante actuación de lucha y de pasión sexual, debido a que el mayor poder del ser humano, al margen de la identidad de género, de distinción social o sexualidad, es luchar y no permanecer en silencio.



Como simbología emplea la insignia con la que los nazis identificaban al colectivo homosexual (un triángulo rosa), sobre un colectivo de personas que se tapan los ojos, la boca y los oídos como representación del silencio de los medios de comunicación acerca de la temática.


Otra obra que realizó Haring fue la del San Sebastián como icono de los homosexuales pero enadenado a un árbol haciendo alusión a la supresión de sus libertades.


También incentiva el sexo y las relaciones de amor.






Por último trata temas más allá de las identidades de género y de sexualidad:




Keith Haring, tenía el VIH y a pesar de su constante lucha a través del arte por el sida, que finalmente fue reconocida, murió de sida.


Hace un par de años los mercados de masas sacaron a la venta prendas con estampados de las obras de Haring, las cuales perdieron todo su valor de discurso, quedando como simples imágenes coloridas en una camiseta.

Como medio de reconocimiento del trabajo de Haring, algunos artistas le han realizado un homenaje a través de la escenografía de sus videoclips, como han sido Rihanna y Madonna.

¡LUCHA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario